El verano es sin duda una de las épocas del año que más gusta tanto a nuestros perros y gatos como a nosotros. Habréis observado cómo se tumban a pleno sol hasta que atardece y también habréis notado la cantidad de noticias que aparecen en la radio o la tele advirtiendo sobre las precauciones que los humanos debemos tomar ante las altas temperaturas.
Así que no podemos bajar la guardia y si ves que tu perro o gato comienza a respirar de prisa y con la boca abierta, y su lengua se vuelve de color rojo intenso, vómita y tiene temblores, estamos en presencia de un golpe de calor.
En el siguiente artículo: Un verano fresquito es un verano mejor, te contamos cómo detectar un golpe de calor y cómo actuar si se diera el caso.
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