Los niños creen que los animales de compañía...

El estudio de la Fundación Affinity, realizado a niños y niñas de entre 9 y 13 años sobre el vínculo entre estos y los animales de compañía en España, es una investigación pionera que pone de manifiesto que los pequeños no sólo tienen una atracción natural por los animales sino que además se sienten reconfortados con su compañía.

De los datos obtenidos también se puede destacar la relevancia que tienen las mascotas en la vida y en el desarrollo de los niños, ya que los ayudan a crecer a través de hábitos que cultivan valores como los de la responsabilidad y la solidaridad.

La divulgación de los beneficios del vínculo entre personas y animales de compañía es una de las misiones clave de la Fundación Affinity, y en 2015 se ha dirigido mayoritariamente a desarrollar acciones entre el público más joven.

En este contexto se ha elaborado un estudio que demuestra que los animales de compañía no son simplemente perros y gatos en sus hogares, sino unos miembros más de la familia, que además de afecto aportan grandes beneficios, sobre todo para los niños. Y son ellos mismos quienes así lo expresan.

La mayoría de los niños disfrutan o les gustaría disfrutar de la compañía de un perro o de un gato. El 94% de los niños que conviven con un animal, el 62% del total de los consultados, afirman sentirse mejor cuando su mascota está cerca, mientras que entre los que no tienen hay un 86% que les gustaría tener un animal de compañía.

Es muy importante que este deseo de convivir con un perro o con un gato pueda ser canalizado por los padres a través de una tenencia basada en la responsabilidad y el compromiso.

Los niños ya vislumbran esta oportunidad de poner en práctica estos valores, porque si bien entre los aspectos beneficiosos que les brinda esta convivencia destacan los de compañía (99%), alegría (94%), diversión y entretenimiento (93%), y el cariño que le dan sus animales (92%), también dicen que les enseñan a ser responsables (67%), a dar cariño (62%), a tratar bien a los demás (59%) y a respetar al que es diferente (55%).

Tener un animal no solo implica juegos y caricias, sino también cuidado, alimentación, limpieza, higiene, etc; tareas que deben aprender y asumir con responsabilidad. Estos actos de compromiso los niños los ven compensados en la convivencia con sus mascotas, porque encuentran en ellas una respuesta en sus momentos de soledad o tristeza, a través de la compañía y la felicidad que les brindan.

Una felicidad que entienden recíproca, ya que el 91% de los niños y niñas de España creen que los perros son felices, mientras que la felicidad de los gatos es percibida por el 78%. Aunque esta percepción de la felicidad es elevada en ambos grupos de animales de compañía, la diferencia podría explicarse por la mayor cantidad de gatos callejeros en comparación con la de perros.

Otra razón puede ser que los niños perciban al gato como un animal más alejado del ser humano que el perro y, al humanizar más a los perros que a los gatos, ven a estos menos capaces de sentir felicidad.