La oxitocina, la hormona del amor, une a perros y personas

La oxitocina, la hormona del amor, une a perros y personas

La idea de que vivir con un animal puede tener una influencia positiva en la vida y la salud humana ha sido muy estudiada. No es extraño escuchar experiencias de pacientes que aseguran que su salud mejoró, en parte, gracias a su perro. Investigadores australianos han estimado un ahorro de 175 millones de dólares de aquellos destinados a la prevención de la obesidad si todos los propietarios de perros caminaran cada día, durante 30 minutos, con su animal de compañía.

Además, la convivencia entre perros y personas disminuye el riesgo de contraer resfriados y otras afecciones menores e implica un riesgo inferior a padecer enfermedades coronarias. Esto se debe a que su compañía reduce el estrés cardiovascular y fomenta la mejora de los hábitos de ejercicio que previenen problemas de sobrepeso como la obesidad.

Por otro lado, a efectos psicosociales y terapéuticos, diferentes pacientes han mejorado su estado de ánimo a través del vínculo con su animal de compañía, y es que esta interacción disminuye los síntomas de la ansiedad y la depresión. Esta mejora del estado de ánimo no es algo casual, tiene una explicación científica y se llama oxitocina, más conocida como la "hormona del amor".


¿Cómo funciona la “hormona del amor” entre perros y humanos?

La oxitocina tiene varias funciones, muchas de las cuales todavía no se conocen con exactitud. A pesar de esto, diferentes investigadores consideran que la llamada “hormona del amor” está relacionada con el aumento de la empatía y las conductas de acercamiento, confianza y apego tan necesarias para los mamíferos.

La liberación de oxitocina estimula la producción de serotonina y dopamina; neurotransmisores relacionados con la motivación y el estado de ánimo, al mismo tiempo que disminuye el cortisol, la hormona del estrés. Esto produce un aumento de la confianza y reducción del miedo social, entre otros efectos sobre el comportamiento.

Expertos señalan que el lazo afectivo que las personas establecen con sus perros puede ser comparado en algunos aspectos con los vínculos de apego que se generan entre las crías y sus cuidadores. Este vínculo estaría mediado por la hormona del amor, ya que diferentes estudios han demostrado que los niveles de oxitocina tienden a incrementarse durante las interacciones afectivas entre ambas especies.

Este mismo principio es el que se trabaja desde la Fundación Affinity y en los programas de Terapias Asistidas con Animales, entre los cuales se destacan los efectos de las Terapias con perros en geriátricos, las Terapias con perros para combatir el bullying y las Terapias con perros en prisiones.

Así que si alguna vez te preguntas por qué estar con tu perro te genera tanto bienestar, que sepas que probablemente la hormona del amor tenga algo que ver.


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