Perros y propietarios cívicos

Vivir en una sociedad tiene muchas ventajas pero implica también el respeto de algunas normas básicas de conducta y educación que ayudan a convivir en armonía con los demás. Muchas de estas normas se basan en el simple sentido común, otras en verdaderas leyes y ordenanzas, pero todas tienen como objetivo el respeto de los demás y del espacio común para vivir sin tensiones ni conflictos.

Quién tiene perro ya estará sensibilizado hacia este tema ya que a menudo se escucha hablar de propietarios incívicos que no recogen los excrementos de su mascota en la vía pública. De hecho la suciedad que dejan los perros en los espacios públicos es una de las quejas más frecuentes de la ciudadanía. Sin embargo, el civismo de un propietario de perro no implica simplemente recoger las heces que el perro acaba de depositar: la tenencia responsable de un perro y el respeto de los espacios públicos y de los otros ciudadanos tiene muchas otras implicaciones. A continuación encontrarás indicaciones que pueden ayudar a hacer la reflexión sobre el comportamiento cívico cuando se posee un perro.

Parecen muchas cosas pero todo está en empezar y al final no tendrás ni que pensarlo: todo esto te saldrá solo. Además no lo olvides: tú eres la clave para que todo esto funcione.