Checklist para el día en el que necesitas usar el transportín

Checklist para el día en el que necesitas usar el transportín

- Rocía el transportín con feromonas de familiarización del gato 15 minutos antes de utilizarlo. Es suficiente con una pulverización en cada esquina, una en el techo y una en el suelo.

- Ten todo preparado antes de salir de casa de manera que colocar el gato en el transportín es lo último que hagas.

- Anima al gato para que entre en el transportín utilizando premios o juguetes. Podrías incluso retirar la cubierta superior para que entre con más facilidad y entonces volver a colocarla despacio una vez el gato haya entrado. Si no hay manera de conseguir que el gato entre voluntariamente en el transportín y lo puedes manipular, introdúcelo desde arriba si está dotado de apertura superior o de espaldas a través de la puerta delantera. El problema de estas técnicas es que pueden echar para atrás el trabajo que estabas haciendo para que el gato se habitúe al transportín.

- Premia el gato por estar en el transportín. Si es inminente un viaje en coche, es preferible no abusar de los premios en comida. De esta manera, se reduce el riesgo de que el gato vomite con el movimiento del coche. En este tipo de situaciones mejor utilizar un tono de voz tranquilo para calmar al gato.

- Tapa el transportín con una sábana o toalla para evitar que el gato vea lo que hay a su alrededor.

- Ten preparado el coche en un lugar cercano.

- Sujeta bien el transportín en el coche para que no se mueva durante el viaje y asegúrate que la ventilación no apunte directamente al gato. Incluso si tu felino está acostumbrado al coche, espera algunos minutos con el vehículo parado para que el gato se relaje. Después enciende el motor sin mover el coche, haz pequeños desplazamientos y vuelve a parar. Empieza el viaje prestando mucha atención en conducir con cuidado, es especialmente importante hacer las curvas de manera suave y no acelerar y frenar bruscamente. Y lo mejor es que la radio del coche esté apagada o con un volumen bajo, y que, al hablar, no utilices tonos de voz altos para evitar otras fuentes de estrés para el gato.

Si se trata de un viaje al veterinario es importante también que:

- Hayas pedido hora en la clínica veterinaria y el veterinario esté avisado de la llegada del gato sobre todo si para él la experiencia es desagradable.

- Busques una parte tranquila y resguardada de la sala de espera, lejos de otros animales y evitando colocar el transportín en el suelo. Si no fuera posible y la permanencia en la sala de espera fuera causa de estrés para tu gato es preferible esperar con el gato en el interior del coche.

- No saques al gato del transportín hasta que lo indique el personal de la clínica.