Mi gato sigue sin querer meterse en el transportín. ¿Qué puedo hacer?

Mi gato sigue sin querer meterse en el transportín. ¿Qué puedo hacer?

Si durante este proceso el gato da signos de incomodidad quiere decir que el entrenamiento es demasiado rápido. Vuelve a los pasos anteriores y recuerda: la clave del éxito es no tener prisa.

Para algunos gatos este entrenamiento es más fácil si se empieza el proceso quitando la parte superior del transportín y dejando sólo la base. Una vez el gato entre en la parte inferior, se puede colocar la cubierta (pero hay que esperar que el gato no esté en el transportín) y seguir con el entrenamiento.

Otras ayudas consisten en colocar en su interior una mantita del gato y/o algún juguete y en rociar el transportín con un espray de feromonas de familiarización. Si lo utilizas, deja pasar 15 minutos desde la aplicación del producto antes de que el gato tenga acceso al transportín. Si no, puedes recurrir a una variante: frota un trapo en las mejillas del gato durante una sesión de mimos y luego pásalo por la entrada y en el interior del transportín. Tendrá un efecto parecido a las feromonas en espray.

Cuando un gato se queda relajado en el interior de un transportín durante un tiempo parecido a la duración del traslado más largo que se tiene que hacer, se puede dar por finalizado su entrenamiento. Sin embargo, esto no quiere decir que hay que dejar de practicar.

Es importante que el gato siga manteniendo buenos recuerdos del transportín así que de vez en cuando se puede organizar un “viaje” en transportín hacia actividades divertidas, por ejemplo, hacia otra habitación donde está su juguete preferido listo para una sesión de juego o hacia una terraza o jardín donde al gato le guste estar. Otra opción es simplemente llevarse el gato de "ruta turística" por las diferentes habitaciones de la casa mientras se le entregan premios por quedarse tranquilo en este habitáculo.

Con un gato que no ha tenido malas experiencias con el transportín suele ser fácil conseguir que lo explore e incluso acabe eligiéndolo como lugar de descanso. De hecho, es muy conocida la pasión de los gatos por meterse en las cajas y un transportín no deja de ser una caja más. Por esto es recomendable empezar el entrenamiento al transportín cuanto antes. Aunque si el gato ha tenido experiencias desagradables con él y no hay manera de conseguir que se relaje ni siquiera estando a su lado, es mejor pedir la ayuda de un profesional que pueda planificar ejercicios específicos para que el gato supere sus miedos.

Tips. Si tu gato ha vivido situaciones incómodas en su transportín y no hay manera de conseguir que se acerque, ni atrayéndolo con comida, prueba con uno nuevo. Si es posible, cambia también el modelo e intenta que desde el principio tenga un buen recuerdo del transportín.

Por otro lado, durante este entrenamiento de habituación se pueden cometer algunos errores comunes. Intenta evitar:

- Subir la dificultad del ejercicio muy de prisa, es decir cuando el gato todavía no domina los niveles anteriores.

- Forzar al gato para que entre en el transportín.

- Creer que el proceso ya se ha completado cuando el gato entra por primera vez en el transportín.

- Castigar al gato si tiene alguna reacción indeseada durante la habituación al transportín.