¿Qué tipos de transportines hay y cómo elegir el más adecuado?

¿Qué tipos de transportines para gato hay y cómo elegir el más adecuado?

Existen transportines de diferentes modelos y materiales: en forma de bolso, dotados de ruedas, de mimbre, acolchados... ¿Pero, cómo elegir entre tanta variedad?


Lo esencial es tener en cuenta estos aspectos claves:

Material

El transportín debe ser fácil de lavar para poder eliminar olores desconocidos o de otros animales que pueden provocar el rechazo del gato a entrar. Además cuando un gato se asusta libera feromonas de alarma y, si esto ocurre en el interior de transportín, estas sustancias actúan como un mensaje olfativo de que es peligroso entrar en el transportín. Un material de fácil limpieza también es aconsejable para preservar mejor la higiene y salud del gato. Entre los diferentes transportines disponibles en el mercado, los de plástico o con un revestimiento plástico, permiten una limpieza más fácil y profunda. Mientras que los de mimbre y cartón son los más difíciles de mantener limpios.

Rigidez

Los transportines rígidos son preferibles a los blandos ya que protegen mejor al gato y garantizan más su estabilidad. Sin embargo, optar por un transportín con paredes rígidas no quiere decir que no podamos cuidar de la comodidad del gato poniendo material acolchado en su base.

Forma

Es recomendable que la parte superior se pueda desmontar, ya que puede favorecer al proceso de habituación del gato al transportín y, en la clínica veterinaria, ofrece la posibilidad de explorar el gato sin forzarle a salir de su espacio seguro. Poder retirar la cubierta del transportín es especialmente importante para gatos que tienen miedo al veterinario o para los que tienen problemas de movilidad o de dolor.


Aperturas

Lo ideal es que tenga por lo menos una gran apertura en la parte superior, sobre todo si el techo no se puede desmontar y retirar. En los gatos que tienen problemas para entrar en un transportín, colocar el gato desde arriba es más fácil y menos estresante que introducirlo desde una apertura lateral.

Peso

Hay que optar por transportines robustos pero ligeros. Ten en cuenta que una vez el gato esté dentro, su peso puede alcanzar varios kilos y manejar un transportín pesado con suavidad y precisión puede ser difícil. Si para solucionar el problema del peso optas por un sistema de ruedas que te ayuden a transportarlo mejor, recuerda que el ruido de las ruedas en superficies irregulares podría asustar al gato.

Base

Mejor sólida y en forma de bandeja porque te proporcionará una superficie estable para el gato y la podrás limpiar fácilmente.

Seguridad

El transportín tiene que prevenir la huida del gato. Un material resistente y con cierres a prueba de fuga es clave para garantizar su seguridad. Si el transportín no es nuevo, también es muy importante que no esté dañado y siga en buenas condiciones.

Ventilación

Debería estar bien ventilado gracias a la presencia de rejillas en las puertas y de ranuras en las paredes. Estas aperturas no sólo evitan que suba demasiado la temperatura en el interior del transportín sino que permiten también ver lo que hace el gato y administrarle premios.

Dimensiones

De media un gato pesa entre 3,5 y 4,5 kilos pero algunos pueden alcanzar los 10 kilos. Así que antes de comprar un transportín fíjate en el tamaño de tu gato. Para que la medida del transportín sea adecuada, el gato debería caber bien, poderse dar la vuelta, ponerse de pie y tumbarse cómodamente. Esto quiere decir que el transportín debería ser aproximadamente una vez y media el tamaño del gato. Sin embargo, recuerda que no es bueno exagerar ni en un sentido ni en el otro. Un transportín muy pequeño puede resultar incómodo para el gato pero en uno muy grande podría moverse demasiado. De hecho, si tienes que comprar un transportín cuando el gato todavía es pequeño, toma como referencia el tamaño que tendrá una vez adulto y mientras tanto pon una base acolchada en la base del transportín para que el gato esté más protegido y no se mueva demasiado durante el transporte.

Tips. Para poder viajar en avión con el gato, el transportín tiene que cumplir con la normativa IATA (Asociación Internacional de Transporte Aéreo) sobre la seguridad en el transporte de los gatos y otros animales. Para más información clica aquí: Pet container requirements

Como ves no hay un único transportín que cumpla con todos los requisitos y cada gato puede tener sus preferencias pero, en general, los de plástico rígido con techo desmontable y puerta de rejilla representan una buena opción a la hora de transportar el gato de manera segura.