Yo nunca le abandoné, él se escapó de casa de manera fortuita, he sido su madre, su nodriza, su vida y el siempre será la mia, hasta el dia que no este.... a día de hoy tengo cicatrices por todo el cuerpo que me recuerdan ese momento en el que yo no estaba en casa y ocurrió ese trágico accidente. Su instinto de prediccion hizo que mordiera a un pequeño perro que estaba por los matorrales, los zarandeos de la gente intentando agarrar al perro acabaron con la vida del perro al que mordió. A día de hoy mi perro lleva más de 2 años y medio encerrado en una jaula y no parece que tenga solución. El me dio vida, por el tengo aun esperanza, pero por el, a día de hoy me siento muerta en vida.
Mi historia con mis hijos de 4 patitas. Estoy viva y he vuelto a ver la luz de la vida. Tengo 6 y son todos rescatados de maltrato primero los rescaté yo y luego me rescataron a mi de la violencia de género. Gracias por ser mis compañeros fieles en los buenos y los malo momentos, vuestra presencia a mi lado me da el coraje y la fuerza para enfrentarme a cualquier desafío. Mi vida sin vosotros no seria vida. Sois mi vida. Lira & Yuky Noa & Poe Negri & Gitanica 2016 2020 2024
Gracias a la adopción de Akira, después de una muy temprana y dura pérdida de nuestra Kaysa, llenó de nuevo esa luz que faltaba en nuestras vidas.
Cuando tenia 12 años adoptamos a Dalila en casa, me acababa de mudar a otro pueblo más grande dejando mis amigos y abuelos. Yo era muy introvertido y vergonzoso, y sufrí algo de bullying en mi nuevo colegio… así que Dalila era todo mi mundo. Mis abuelos murieron al poco y quedé solo con ella y mi madre. Dalila era mi Hermana, mi confidente, la que siempre estaba ahí, la que me acompañaba y la que me vio crecer. Me fui interno, hice bachillerato, la universidad y volví a casa cuando ella ya era anciana, viendo como habían pasado ya todos los años por ella, como se asustaba al no oírnos llegar y como venía a nosotros cojeando por la edad. Recuerdo como la primera noche que llego a casa la puse en su cama improvisada, una caja con toallas, tenia una respiración constipada y la imaginaba triste por no estar con su madre, así que la cogí abrazada y la metí en mi cama. Nunca más dormí solo en esa casa. Esos últimos años fueron duros viendo que ya no podía saltar a la cama con nosotros, viéndola torpe. Pero creo que le dimos una buena vida. Me fui unos días de viaje y al volver a casa vi todas las puertas de mi casa cerradas, lo cual me extrañó puesto que nunca pusimos barreras para ella, lo que me condujo aterrado a mirar su comedero al no verla a ella. Había desaparecido. Mi madre no quiso interrumpir mi viaje y no me puede despedir de ella. Ahora veo crecer el laurel de la victoria donde ella reposa a su lado y sueño con ella.
Yo tuve mi gatita que vivió 15 años a mi lado,la adopte,era el gato más hermoso que yo había visto,cuando murió se rompió mi corazón,y aunque también tenía otro gatito de apenas un año cuando ella murió yo no deje de añorarla, mi gatito vivió otros 15 años y pensé en no tener otro gato,mis hijos tienen cada uno el suyo, aunque son niños,saben el valor de una vida, y sin esperarlo llegó mi nueva gatita, casi idéntica a la primera,no pude soltarla cuando la vi,tiene casi dos años, bellísima pelo largo,ojos azules,color crema con atigrado en patas y carita,consentida,es un tanto desconfiada, juguetona y parlanchina, solo le gusta la comida cara, ama los sobres y latas,pero le doy pocos para evitar obesidad,y resulta que no puedo quedarmela, cuestiones económicas y familiares me lo impiden, estoy sufriendo mucho porque necesito encontrar una casa para ella,sonara feo,pero no cualquier casa, necesito que la amen,que la comprendan,que le den lo que ella está acostumbrada a comer,no sé dónde encontrar un lugar así, hay tantos pequeños buscando casa, no puedo dejar de llorar.
En el año 2021 el 04 de mayo yo desistí de una operación en mi cabeza.. Luego fuera del hospital encontré un perrito adulto raza bóxer, sentí en mi corazón que mi perro ya fallecido me habló y me dijo operate hablo por mi. Y así lo hice.
Hay momentos en la vida que se quedan grabados como a fuego en la mente, eres capaz de acordarte de cada detalle, como si de una fotografía se tratara acude a tu mente cada vez que ves un lugar, o un aroma… A mi me pasa cuando voy por la Gran Via de Murcia a la altura de donde estaba el lugar donde trabajé durante un tiempo. No es por la experiencia del trabajo, si no por algo mucho mejor: allí me encontré a Mimmi. Eran un martes 13 de octubre (siiiii Martes y 13) yo estaba sola en esta capital nueva para mí desde hacía algo mas de un mes, Javi, mi marido había estado pasando el puente conmigo dejándome ese sabor amargo de la despedida, estuve todo el lluvioso día trabajando sin querer pensar demasiado (si, era Murcia y llovía como suele hacerlo aquí las pocas veces que lo hace: a cántaros) y salía de noche hacia mi casa, vivía a pocos metros del trabajo , solo cruzar la acera, iba ya medio dormida y cansada cuando mi compañera y yo cerrábamos la persiana y de repente en un rincón oí un lamento, un quejido apenas, allí calado hasta los huesos estaba un gatito (luego resultó ser chica) muy pequeño, aterido, sucio y asustado. Tardé dos segundos en coger y envolver a esa pobre criatura en mi bufanda e irme casa con ella, al llegar la vi mejor: era una gatita rubia, de unos dos meses en unas condiciones lamentables, conozco de animalitos lo suficiente como para saber cuando no sé y tras secarla como pude busqué un veterinario aún abierto. Hubo suerte, no estaba lejos. Mi pobre era un cúmulo de desdichas, tenía un resfriado de mucho cuidado, los ojos con conjuntivitis, las orejitas comidas por los ácaros y una diarrea de narices… ¡Madre mía!, pensé , esta no llega a pájaros nuevos (que es una frase de mi abuela para constatar que a alguien le quedaban dos telediarios) Fueron 10 días de medicamentos, curas, baños, gotas, pastillas (toooodos sabemos lo fácil que es dar una pastilla a un gato) y mimos, muchos mimos, que ella me demandaba con esa carita flacucha y que yo le daba con el mayor de los gustos, mi peque salió adelante y se transformó en una preciosa gatita canela , en mi Mimmi (por lo de que era mimosa hasta límites insospechados) La gente dice que le salvé la vida, y ella a mi la cordura, ya no estaba sola. Cada día al llegar tenía a esa pequeña loca, comedora de cables de iPhone a mi pequeño terremoto que me hacía reír, que me acompañaba al tejado a tender la ropa y que me robaba trozos de pollo de mi plato sin el mas mínimo decoro. Dormía a mi lado en la almohada y me despertaba con golpecitos en la mejilla, le gustaban los garbanzos y el sol que entraba en mi diminuto apartamento era de su poder (cualquiera le quitaba el sitio…) cuando llegaba agotada y harta del trabajo y del jefe, ella me esperaba en el pasillo, me recibía con un maullido largo como diciendo ¿Cómo ha ido eso? - Mal Mimmi, esto es una mierda, pero estás tú para solucionarme el día. Mi Mimmi me salvó sin ella no se si hubiera aguantado los largos meses hasta que mi familia pudo venir, si, si, ella es en parte la responsable de que me quedase en Murcia (bendita tierra) y que empezase aquí una nueva vida. Mas tarde conoció a su hermana vasca Liah (también adoptada) y junto con la pequeña Clice son mis niñas, mis locas, mi familia. Por eso siempre, siempre apoyaré a quienes cuidan de los animales, mi agradecimiento a todas las protectoras y gente maravillosa que en un momento dado han puesto una “Mimmi” en su vida.
No sé quién salvó a quien Por circunstancias muy duras tuve que dejar mi casa, a mi marido, madre y mi gatita Liah y venirme a 800 kms a estar trabajando sola. Era duro, durísimo, pero no podía flaquear y fue cuando un horrible día de lluvia apareció en mi vida Acurrucada fuera del portal de mi trabajo, de noche, calada hasta los huesos me encontré a una gatita canela, muy pequeña, asustada que tenía de todo menos salud. Un resfriado horroroso, conjuntivitis, diarrea y las orejitas comidas de ácaros. Dos meses cuidándola y mimándola hicieron que mi dolor se atenuara y que me sacara sonrisas otra vez No sé si yo la salve a ella pero si que ella me ayudo a no hundirme por eso mi Mimmi es mi hija mediana, la gatita que me salvo.
Hace más de 40 años que tengo de mascota a gatos y ha sido y es un regalo! Los que piensan que los gatos no son de fiar, que son ariscos y que no son nada cariñosos, es que no han convivido nunca con ellos. Yo conocí a mi primer gato con 16 años, gracias a mi novio, y a los 20 decidí adoptar a mi primer gato. Siempre he tenido gatos adoptados pues habiendo por desgracia tantos animales abandonados considero una tontería comprar. También adoro a los perros pero me gustan más los gatos por su forma de ser tan independiente. Por favor cuidemos a todos los animales y enseñemos a nuestros hijos a respetarlos a todos! Y sobretodo no los abandonemos!
Mi perrita es mi compañera, es mi hija, es mi cuidadora. Gracias a ella he ido pudiendo abrir mi soledad y darme cuenta de muchas, muchas cosas y emociones. Gracias Nataxa ❤️
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