Lo que tienes que saber si te decides por adoptar un gatito

Se oye hablar mucho de la necesidad de socializar a los perros y muchos propietarios ya están concienciados de la importancia que tiene la socialización sobre el futuro comportamiento del perro. En cambio no se habla mucho de socializar a los gatitos y sin embargo la socialización tiene enormes efectos también sobre el desarrollo de un gato tanto que una mala socialización con las personas puede ser la causa de que un gato nunca llegue a encajar del todo en su familia humana.

En este artículo se explica qué y cuando es la socialización y cuáles son los factores que la regulan para que el gato sea amistoso y este relajado en presencia de las personas.

¿Qué es la socialización de un gatito o una gatita?

En la naturaleza, la socialización es el proceso mediante el cual el gato reconoce la especie a la que pertenece, aprende a comunicarse con otros gatos y se familiariza con las características propias del ambiente que le rodea: objetos, ruidos, situaciones, etc. Debido al hecho de que la mayoría de gatos vive en un entorno doméstico, la etapa de socialización es fundamental para que el gato se acostumbre a la presencia de las personas y posiblemente a la presencia de otras “especies amigas”, como los perros.

Durante la socialización, el gatito se acerca casi sin miedo a explorar lo nuevo y se hace una “idea” de lo que es normal encontrar en su propio ambiente de vida. Esta idea de normalidad tiene un efecto muy marcado sobre el comportamiento del gato adulto y sobre su futura capacidad de adaptación a diferentes situaciones.

¿Cuándo es?

La socialización empieza cuando el gatito tiene 2 semanas de vida, tiene un pico entre la cuarta y la quinta semanas y acaba a las 7 semanas, momento en el que la desconfianza y el miedo superan la curiosidad de acercarse a todo lo que el gatito no ha experimentado hasta el momento (Karsh, 1983).

¿Qué factores influyen?

Las personas representan una “especie amiga” para los gatos y diversas investigaciones han identificado aspectos que pueden ser importantes para que los gatitos se socialicen correctamente con las personas.

Manipulación delicada: En la etapa de socialización, tocar a los gatitos, acariciarlos y sostenerlos con delicadeza ayudan a crear en los gatitos confianza hacia las personas: los gatitos manipulados de esta manera se acercan rápidamente a una persona desconocida (Karsh 1984).

Duración de la manipulación: Manipular a los gatitos durante más de media hora al día es más efectivo que hacerlo durante pocos minutos: los gatitos más manipulados acaban siendo los más sociables con las personas (Karsh 1984). Sin embargo, a partir de más de una hora de manipulación al día ya no hay un incremento paralelo del nivel de sociabilidad del gato.

El nivel de sociabilidad de un gato hacia las personas no solo depende de sus experiencias tempranas: cuentan también las experiencias más tardías, los factores ambientales y las características genéticas individuales.

Exposición a personas diferentes: La sociabilidad de los gatos hacia las personas se puede potenciar exponiendo los gatitos a la manipulación de personas diferentes. Los gatitos que han tenido contacto solo con una sola persona se muestran amistosos principalmente con esta persona y pueden mostrar miedo hacia los desconocidos. En cambio los gatitos que han sido manipulados por al menos cuatro o cinco personas diferentes se muestran sociables incluso con desconocidos (Collard, 1967; Karsh 1984).

Presencia de la madre: Si la madre es sociable con las personas, su presencia puede favorecer el proceso de socialización, ya que los gatitos suelen estar más relajados estando ella presente y exploran más los lugares nuevos (Rheingold y Eckermann, 1971). En cambio, si la madre no tiene una buena relación con las personas, es preferible que no esté durante las sesiones de socialización. El proceso de socialización de los gatitos se puede facilitar también dejando que los gatitos de la misma camada estén juntos durante las sesiones de socialización (Mendl, 1986 citado en McCune et al., 1995).

Alimentar: Dar de comer al gatito puede ayudar a establecer una relación con la persona que le da de comer pero no es suficiente para que la relación se mantenga. Para fortalecer esta relación se necesita otro tipo de interacción, como acariciar al gato, hablarle o jugar con él (Geering, 1984, citado en Turner, 2000)

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Bibliografía consultada

Karsh, E.B., 1983. The Effects of Early Handling on the Development of Social Bonds Between Cats and People. In: Katcher, A.H., Beck, A.M. (eds.), New Perspectives on our Lives with Companion Animals, Philadelphia, USA, University of Pennsylvania Press, 22-28.

Karsh, E.B., 1984. Factors influencing the Socialization of Cats to People. In: Anderson, R. K., Hart, B.L., Hart, L.A. (eds), The Pet Connection, Minnesota, USA, Center to Study Human-Animal Relationships and Environments.